MINISTERIO

Las iglesias siempre han proporcionado asesoramiento y socorro a sus feligreses en momentos de necesidad. De hecho, más allá de los asuntos estrictamente espirituales, las iglesias tradicionalmente han considerado como su misión el alivio del sufrimiento temporal, el prestar ayuda allí donde se requiera y la devolución de la dignidad a hombres y mujeres en situaciones cruciales en sus vidas.

De esta misma forma, los ministros de Scientology también han intervenido para aliviar el sufrimiento y proporcionar consejo y socorro a aquellas personas necesitadas, ya sea que fuesen miembros de la congregación o sencillamente alguien de la comunidad que pudiese estar necesitado de ayuda. De hecho, no se puede actuar como ministro de Scientology sin un deseo auténtico e irrefrenable de ayudar a otras personas, ya sea para aliviar el sufrimiento actual o para ayudar a la gente a progresar en su ascenso por El Puente.

Los ministros de Scientology proporcionan algo más que compasión y atención a los necesitados: ellos proporcionan una destreza sumamente especializada en las técnicas de Scientology que pueden resolver cualquier problema que se presente, no importa lo insuperable que le pueda parecer al individuo afectado.

Más allá de sus propias comunidades, los scientologists están involucrados de forma activa y apoyan una variedad de programas de mejora y reforma social, muchos de los cuales llegan a las comunidades de todo el mundo. Para un scientologist, todas estas actividades son parte del reconocimiento de la responsabilidad propia por el mejoramiento de la vida que se extiende más allá de uno mismo, su propia familia, grupo y país, y que incluye a toda la humanidad.

Los servicios ministeriales son importantes para cualquier religión, pero para cada scientologist cobran una especial relevancia: es ayudando a otras personas que ellos contribuyen a lograr la meta de Scientology de hacer que este planeta sea un lugar mejor para todos.

En esta sección, aprenderás cómo las Iglesias de Scientology ayudan a sus propios feligreses así como a la mayoría de la comunidad.